La cadena de suministro de fertilizantes de nitrógeno actualmente contribuye con más del 2% de las emisiones de GEI. La agricultura es tanto víctima como responsable del cambio climático global, ya que entre el 20% y el 25% de los GEI se liberan a través de actividades agrícolas. El cambio a sistemas agropecuarios que utilicen cultivos con alta eficiencia en el uso de nitrógeno representa una prioridad urgente.

El cambio climático antropogénico es irreversible durante al menos las próximas 10 generaciones, a menos que se tomen medidas rápidas para secuestrar el dióxido de carbono de la atmósfera. La fotosíntesis de las plantas es el primer paso para fijar el carbono de la atmósfera en compuestos sin efecto invernadero y proporciona una gran palanca para mitigar el cambio climático.

Los microorganismos del suelo forman asociaciones simbióticas beneficiosas con las plantas y ayudan a las raíces de las mismas en la absorción de nutrientes y el control de enfermedades. En el futuro, se deben considerar enfoques holísticos del ecosistema suelo- planta-microorganismo para lograr soluciones sostenibles relacionadas con el cambio climático.

El crecimiento de la población mundial, los cambios en los patrones dietéticos hacia un mayor consumo de carne y el aumento del desperdicio masivo de alimentos tanto a nivel del consumidor como en la cadena de suministro, son factores importantes que afectan la estabilidad y resiliencia de los sistemas alimentarios globales. La adopción de dietas preponderantes en alimentos vegetales sigue siendo la opción más eficiente. Los científicos enfocados al estudio de las plantas, la ciencia y tecnología de alimentos y las ciencias sociales podrían contribuir al desarrollo de fuentes alternativas de proteínas a basadas en vegetales.